
ALIEN: ROMULUS
Fede Álvarez, 2024
Alien, el octavo pasajero (Scott, 1979) es la película que me convirtió en cinéfilo. La vi por primera vez un domingo en Canal Cinco cuando tenía siete años y, desde entonces, se convirtió en una de mis obsesiones. Muy probablemente, se trate mi saga cinematográfica favorita; por lo que, cuando me enteré de que el monopolio Disney/Pixar/Marvel/LucasFilm/20th Century Fox iba a producir una nueva entrega, situada justo en el periodo que en artículos anteriores he mencionado que faltaba explorar ‒incluso antes del videojuego Alien: Isolation (Sega, 2014)‒, a pesar de mi escepticismo, no pude evitar emocionarme y acudir a una sala de cine para verla cuanto antes.

Esta película sucede 20 años después de los eventos de la primera cinta. En ella, un grupo de trabajadores inconformes con la explotación de que son objeto por parte de la compañía Weyland Yutani decide arriesgarse a saquear una nave espacial abandonada. Sin embargo, al llegar al naufragio, descubren que se trata de una estación espacial en ruinas infestada de letales criaturas alienígenas.

Una de las características más sobresalientes de la franquicia Alien es que cada película pertenece a un género diferente dentro del marco de ciencia ficción y horror. La primera película es una cinta de horror como tal; la segunda es una cinta de acción; la tercera es un thriller y la cuarta, una comedia. Siguiendo con esta tradición, la nueva entrega es una cinta de aventura.

Debo empezar esta crítica diciendo que disfruté la cinta. Quiero decir, me gustó y me pareció entretenida; pero fue decepcionante en algunas partes y creo que en ningún momento le llega a los talones a ninguna de las cuatro películas originales. De hecho, creo que lo que me desagradó fue que se nota mucho que se trata de una peli de Disney. Me explicaré a continuación.

Honor a quien honor merece, la película tiene muchos elementos muy rescatables. Las actuaciones me parecieron muy buenas; particularmente David Jonsson, quien se luce en su papel del androide Andy. Creo que todos los actores están muy bien en sus papeles y los interpretan increíblemente. Que los papeles estén bien escritos es otra cosa.
Del mismo modo, me parece que la dirección del uruguayo está bien… pero me pareció demasiado convencional. Aunque su estilo se alcanza a discernir, la cinta no se siente realmente suya. Nuevamente, la dirección de actores está muy bien, el tono es el correcto; pero, como si se tratase de un símil de lo que le ocurre a los personajes de la película, se puede sentir la constricción del aparato empresarial disneyano.

Creo que el aspecto más sobresaliente de la peli es su apartado visual. La cinta se ve increíble, sobre todo en formato IMAX. La fotografía del mexicano Galo Olivares es verdaderamente sobrecogedora, por momentos con influencias del expresionismo y por otros, del tenebrismo; y pinta un futuro descompuesto y miserable, con ambientes claustrofóbicos y opresivos en el que nada funciona como debería. Las imágenes están llenas de texturas y relieves, y casi se pueden tocar.
Otra cosa que me encantó fue toda la construcción del primer acto y el comienzo del segundo. En esta parte de la película se nos muestran cosas que jamás antes habíamos visto en las pelis de la saga ‒cuando digo “saga” me refiero sólo a la tetralogía original; las precuelas y los crossovers se cocinan aparte‒, amplía el lore y nos introduce en la vida cotidiana de los personajes de este universo. Incluso las primeras escenas a bordo de la estación espacial están de lujo.

Finalmente, no puedo dejar de encomiar la decisión de utilizar casi únicamente efectos prácticos en vez de efectos visuales creados por CGI. Las criaturas de la cinta se ven increíbles y transmiten una sensación de peso, volumen e hiperrealismo que los efectos digitales simplemente no pueden igualar. Incluso Alec Gillis, artista de efectos especiales discípulo de Stan Winston que trabajó en casi todas las criaturas de la franquicia desde la segunda película, fue convocado para trabajar en ésta.

Por desgracia, creo que la película se empieza a caer en cuanto aparece el primer xenomorfo adulto y desde ahí sólo va cuesta abajo. Las promesas del primer acto y el sentimiento refrescante de la novedad se diluyen gracias a un montón de escenas que son, básicamente, recreaciones de las escenas más famosas de la franquicia SPOILER e incluso el cuarto acto es exactamente igual al de Alien: Resurrección (Jeunet, 1997) que tantos odiaron; pero con ideas pirateadas de los comics de Aliens vs Predator: Life and Death (Dark Horse, 2016-2017). TERMINA SPOILER Hay pocas ideas originales, la mayoría de los elementos que no fueron retomados de cintas anteriores de la saga fueron tomados de videojuegos como Alien: Isolation (Sega, 2016) y Dead Space (EA, 2006), y comics como Aliens: Genocidio (Dark Horse, 1992). Además, durante un buen rato, no pude quitarme la incómoda sensación de que esta película se parecía demasiado a Critters 4 (Harvey, 1994).
Creo que esta tendencia le está haciendo mucho daño al cine actual. Las producciones de las películas están más interesadas en armar paquetes de fan service y referencias a películas clásicas de franquicias mucho más exitosas que las actuales que en contar la historia. De tal suerte, en esta cinta de Alien parece que aplicaron la misma fórmula para escribir las películas del Universo Cinematográfico de Marvel: establecer un canon que amalgame todas las líneas temporales y arcos argumentales de la franquicia, tengan sentido o no; mostrar la mayor cantidad posible de escenas “homenaje” a otras películas e introducir cameos obligatorios de actores o personajes clásicos de la franquicia. Por supuesto, todo esto se hace en detrimento del guión. SPOILER Seamos sinceros: Ian Holm rejuvenecido digitalmente no tiene nada qué hacer en esta película. TERMINA SPOILER

Francamente, creo que el guión de esta película es malo. Excepto por el primer acto, está lleno de información irrelevante, diálogos sobreexpositivos y, lo peor de todo, diálogos redundantes. Los personajes se la pasan explicando por qué el universo de la película funciona como funciona, cuando es completamente irrelevante para la historia. También me molestó SPOILER que le dieran una justificación a la “androidefobia” de Bjorn (Spike Fearn) ¡Es completamente innecesaria! ¡Deja que tu personaje sea un imbécil racista sólo porque sí, como la gente real! TERMINA SPOILER
Y creo que ése es el peor problema de esta película: es tibia. ¿Recuerdan que hablé de la constricción de Disney? Pues ésta permea toda la cinta. Se nota muchísimo que Fede Álvarez estaba amarrado de manos por la producción; quiero decir, ésta es la película menos sangrienta de toda la saga ¡dirigida por un cuate que hizo un remake de Evil Dead (2013) en el que, literalmente, llovía sangre! Incluso los xenomorfos se ven tímidos y poco amenazantes, desprovistos de las creativas escenas de muertes de las pelis anteriores.

Lo peligroso y lo verdaderamente decepcionante de este aspecto es que es completamente contrario al espíritu de la saga. Me refiero a que, si bien eran blockbusters de altos presupuestos, cada una de las películas originales de la franquicia era, en realidad, una película de autor. Estos fueron jóvenes y ambiciosos directores que lograron tomar un lore ya establecido y volverlo propio. Las pelis originales de la saga no son sólo continuaciones una de otra, sino que son exposiciones muy claras de la forma de ver al mundo que cada uno de sus directores tenía en le momento en que se filmaron. Y eso está completamente ausente de Romulus.
Más bien pareciera que el guión fue escrito por una de las inteligencias artificiales que tanto critica la propia cinta y, al final, termina siendo una película satisfactoria, sí; pero desechable y dirigida a ser un simple objeto de consumo, como todo lo que produce la Casa del Ratón. Uno se siente involucrado por el reforzamiento de la ilusión de que lo reconozcan como fan y parte de la franquicia; pero la película poco deja para un análisis posterior, como lo hicieron las originales. Es una experiencia gratificante y me alegro mucho de que la estrenaran en cines en vez de mandarla directo a streaming, como era el plan original; pero se siente vacía, poco arriesgada, complaciente y frívola. Vamos, que sí me gustó la peli, pero de ningún modo creo que sea la maravilla que dicen que es.

Es una buena película y ya. Y eso me inquieta: sólo es buena; no es excelente como las primeras dos ni tan mala que sea memorable, como lo fuera Covenant (Scott, 2017). Quizá la tercera y cuarta partes no funcionaron como se esperaba en su momento; pero al menos se atrevieron a tomar riesgos y tienen alma.

PARA LA TRIVIA: Cuando Rain (Cailee Spainey) inserta el nuevo disco en la memoria de Andy (David Jonsson), el sonido que se escucha es el mismo sonido que se oye cuando salvas tu partida en el videojuego Alien: Isolation (Sega, 2016).

¡Sígueme en redes sociales!
















