EL REGRESO DE LOS MUERTOS VIVIENTES. Los zombies me dan risa.

EL REGRESO DE LOS MUERTOS VIVIENTES

Return Of The Living Dead

Dan O’Bannon, 1985

No digo que ésta sea la primera comedia con zombies, pues muy seguramente ese reconocimiento sea para alguna película de serie B de adolescentes bobalicones en los 50. Lo que sí puedo decir es que ésta es la cinta que creó toda una mitología al respecto y que equilibró el universo creado por la fundamental La noche de los muertos vivientes (Romero, 1968). Si alguien de ustedes, queridos lectores, sobre todo aquéllos que como yo fueron niños en los ochenta, recuerda que los zombies se alimentan específicamente de sesos, es por esta cinta.

    Según esta película, la anécdota narrada en la película de clásica de Romero está basada en un hecho real. Sin embargo, aunque en la mencionada cinta se encubrieron las causas del incidente, Frank (James Karen), el cuidador de un depósito de suministros médicos en las afueras del pequeño pueblo de Louisville, Kentucky (pueblo real donde fue filmada la cinta, quién lo creería), conoce la verdad. Y la conoce porque en el sótano del depósito hay todo un lote del químico experimental Tiroxina, que puede reanimar a los muertos, que fue entregado por error por la compañía fabricante.

    Así pues, debido a un error de Frank, la Tiroxina se fuga hacia el cementerio local reviviendo a los muertos, viejos y frescos, y generando una plaga que pone en peligro a toda la humanidad.

    Esta es una de esas películas que muy difícilmente hubieran existido fuera de su época. Y no me refiero únicamente a la banda de punks que parrandea en el cementerio y que es parte fundamental de la trama; sino que considero que hace falta un sentido de humor tan cínico, como el nacido de la desesperanza y la falta de fe en el futuro que caracterizó a la década de los ochenta, para idear una comedia como ésta y para encontrarla tan hilarante. A pesar de lo cual, el espíritu de esta cinta trasciende las épocas.

    La bomba satírica que es el guión de esta película corrió por cuenta de su propio director, el genial Dan O’Bannon (1949-2009), cuyos créditos incluyen los guiones de Alien: el octavo pasajero (Scott, 1979), uno de los segmentos de la peli Heavy Metal (Potterton, 1981) y Vengador del futuro (Verhoeven, 1990). El primer intento de O’Bannon por acercase a la comedia se dio en 1974, con la cinta escrita y actuada por él mismo Dark Star (Carpenter), y es la opinión de un servidor que el humor francamente ramplón de aquella ópera prima se fue cocinando a fuego lento hasta dar como resultado El regreso de los muertos vivientes, que depende menos del pastelazo y recae más en el chiste negro.

    También muy característico de la época en que se hizo esta cinta es su genial soundtrack. Tanto las composiciones meramente instrumentales como la selección de temas cantados para esta peli son un gran ejemplo de la moda musical de aquellos ayeres, conjugando géneros como el Hard Rock, el Pop, el High Energy y el Punk. ¿Mi tema favorito de este álbum? Estaría entre el tema principal (Tiroxine theme) y la genial Tonight (We’ll Make Love Until We Die) de SSQ.

    Es interesante notar que, aunque la cinta es sin duda una comedia, al igual que su descendiente directa, El desesperar de los muertos (Wright, 2004), no se muestra precisamente jocosa con las escenas de muerte. De hecho, no tiene reparo alguno en mostrar chorros de sangre al por mayor y zombies dándose un festín con sesos frescos… Por cierto que se supone que los muertos vivientes deben comer sesos porque es lo único que mitiga el dolor de estar muerto pues estos cadáveres reanimados son conscientes de su propia descomposición.

    A diferencia de las pelis de Romero, en las que los zombies son siempre muertos recientes, en este film prácticamente todos los organismos muertos, de cualquier antigüedad, vuelven a la vida. Lo cual lleva a una serie de situaciones chuscas  como la resurrección de un montón de animales cortados en canal y convertidos en modelos para clases de veterinaria, o el cadáver de una anciana, prácticamente momificado, que explica los motivos por los cuales los muertos hacen lo que hacen.

    ¿Y cómo olvidar al llamado Tar Man (Hombre Brea)? Se supone que él es uno de los zombies resultantes del incidente original con la Tiroxina en los 60. Quizá el maquillaje de esta criatura no es realista, sus ojos azules y saltones y su lengua rosada están sin duda fuera de lugar en un cadáver que tiene veinte años descomponiéndose (a menos que el contenedor de tiroxina haya actuado como conservador, tipo aceite o salmuera); pero sin duda son chistosísimos… aun cuando Tar Man está mordiéndole el cráneo a algún punk.

    Si bien las primeras dos cintas de muertos vivientes dirigidas por Romero no presentaron muertos vivientes memorables (digo, más allá del zombie harekrishna de El amanecer de los muertos [Romero, 1978]), esta parodia sí que lo hace. Y es que ¿cómo olvidar a la muy sexy punk ninfómana conocida como Trash (Linnea Quigley)? Como en buena película de explotación, Quigley nos regala un buen número de escenas injustificadas de desnudos, y caray, hasta después de convertirse en un cadáver andante se ve sexy. Estas imágenes, por cierto, se usaron como póster de la cinta para el mercado europeo.

    Risas, irreverencia, sangre, desnudos, más sangre, música genial y chorros de sangre ¿qué más se puede pedir? De hecho, sucede un fenómeno en extremo curioso con esta película y creo que podría ser único de ella: ésta es una de las muy pocas parodias que he visto que a su vez han generado parodias. Los casos más notorios son el segmento Marca Z para Zombie del especial de Halloween de Los Simpson La casita del horror III, y las escenas de zombies en el videojuego Metal Slug 2. En este último incluso la música es una parodia del tema de la película de O’Bannon.

    El regreso de los muertos vivientes generó dos secuelas: El regreso de los muertos vivientes parte II (Wiederhorn, 1988), que no es tan genial como la primera pero no es mala… principalmente porque en realidad es más de lo mismo, pero situada en los suburbios en vez de en la zona industrial e incluso algunos actores de la primera parte regresaron a esta secuela haciendo papeles diferentes. Y La venganza de los muertos vivientes (El regreso de los muertos vivientes III, Yuzna, 1993) que pone en la silla de director al legendario Brian Yuzna, productor de Re-Animator (Gordon, 1982), para contar una retorcida historia llena de humor negro que termina siendo una especie de Romeo y Julieta a la zombie.

    En 2005 salieron al mercado dos secuelas más, producidas directamente para video, con desastrosos resultados: El regreso de los muertos vivientes: Necropolis (Elkayem, 2005) y El regreso de los muertos vivientes: Danza Macabra (Elkayem, 2005).

PARA LA TRIVIA: Los personajes de los cuidadores de la bodega de suministros médicos se llaman Bert y Ernie, lo que es una clara referencia al programa infantil Plaza Sésamo (conocidos en México como Beto y Enrique).

Blog 2012-2017

Sumario 2020

TANK GIRL. La película de culto basada en el comic del creador de Gorillaz.

TANK GIRL

Rachel Talalay, 1995

A mediados de la década de 1990 las películas basadas en comics eran muchísimo menos comunes que ahora y la mayoría eran de superhéroes. En aquel entonces no se sabía muy bien cuáles cómics serían buen material para adaptar a la pantalla grande y cuáles no. Tank Girl definitivamente no lo era.

     Creada por los artistas británicos Jamie Hewlett (co-creador de la banda virtual Gorillaz) y Alan Martin como un fanzine medio underground, Tank Girl se publicó por primera vez en 1988. Los comics dejaban de lado cualquier tipo de narrativa convencional mientras, a través de técnicas metanarrativas e historias poco lineales, contaban las aventuras de Rebecca Buck, una mercenaria exiliada que vive y viaja a bordo de un tanque en una Australia postapocalíptica junto con su novio, Booga, un canguro mutante.

     Los comics estaban fuertemente influidos por otras obras de la narrativa visual como las revistas Heavy Metal y 2000 A.D.; así como por la estética del movimiento punk y la psicodelia de los 70. El personaje de Tank Girl fue adoptado como icono por varios grupos feministas británicos, particularmente aquéllos que se oponían a la represión del régimen de Margaret Thatcher.

     La película es la versión frívola y comercial de todo eso, y es un ejemplo de que no todos los comics se pueden adaptar al cine. Pero, sobre todo, es un ejemplo de lo que pasa cuando los ejecutivos del estudio interfieren con la producción.   

     En la cinta se narra la historia de Rebecca (Lori Petty, genial en este papel), una rebelde que se enfrenta a la tiránica corporación Water & Power, que básicamente gobierna el mundo al controlar la extracción y distribución de la preciada y cada vez más escasa agua. Rebecca, junto con la nerdosa e inocente ingeniera conocida como Jet Girl (una jovencísima Naomi Watts en un papel que originalmente le habían dado a Courtney Love, pero que tuvo que dejar por el suicidio de su esposo), roban un tanque de W&P y preparan un ataque en contra de los cuarteles generales de la corporación con la ayuda de una banda de canguros mutantes.

    Los elementos que conforman la película, por sí mismos, no están tan mal; pero el todo resulta ser menos que la suma de sus partes. Es decir, al ver la cinta, aun sin saber de los comics, entiendo hacia dónde quieren ir y qué es lo que quieren hacer con ella; pero me parece que no logran llegar. Como vulgarmente se dice: nomás no acaba de amarrar.

    En general, el guión está bien… digo, no es Shakespeare; pero funciona durante la mayor parte de la película. Hacia la mitad empieza a aburrir y la cosa parece redundante; pero entonces aparecen los Rippers y luego hay canguros animatrónicos de Stan Winston, se infiere una escena de sexo interespecies –que, originalmente, sería mucho mucho más explícita; pero MGM insistió en dejarla fuera del corte final– y la película levanta con escenas de acción y stunts bastante decentes… que al final no llevan a nada.

     Básicamente, parece que forzaron el argumento y los elementos de los comics de Tank Girl en el molde de una película de acción y ciencia ficción de serie B bastante genérica. Y la estética punk es más bien sustituida por grunge. Incluso la orientación bisexual de Rebecca, un elemento fundamental para el argumento del comic –es la razón por la que es expulsada de la ciudad–, quedó fuera de la película; siendo sólo sugerida por momentos.

    La directora, Rachel Talalay, consiguió los derechos para la película de Tank Girl después de que su hijastra le regalara un comic del personaje. Talalay tocó muchas puertas; pero nadie se interesaba en su proyecto… excepto Walt Disney Pictures, con quienes ella no estaba interesada en trabajar.

Finalmente, Metro Goldwyn-Meyer atrajo el proyecto para, posteriormente, robárselo a Talalay. Tras varias proyecciones de prueba, la compañía decidió hacer cambios sustanciales en la película, desechando una gran cantidad de escenas, el final original y regrabando otras. Según la directora, al final, la película la terminó dirigiendo y editando un ejecutivo de mercadotecnia y a ella sólo le pedían su aprobación para los cambios que hacían en la cinta.

     Al menos, en algunas partes la narrativa principal cede paso a secuencias de dibujos animados bastante alocadas que tratan de salirse de lo convencional… aunque luego de plano meten paneles del comic que resultan menos efectivos.  Y, la verdad, no estoy seguro de qué también funciona que la escena clímax de la película se presente en dibujos animados; francamente, creo que a la película le falta muchísima fuerza al final precisamente por eso. Es interesante que, en algunas partes, la película incluso parece un videoclip.

    Las actuaciones están bien, en general; creo que no son nada del otro mundo. Sobresale Petty con su personaje, y su estilo grandilocuente y sobreactuado creo que funciona bien y hace funcionar el humor referencial insertado en casi cada página del guión. Sólo dos dudas me quedan al respecto. Primera: ¿Tank Girl no debería ser más joven? Y ¿Hubo algún tipo de influencia o retroalimentación entre Gwen Stefani/No Doubt y Tank Girl?

    A Petty se suman una Naomi Watts pre-The Ring, quien se desenvuelve muy bien en su papel de nerd atolondrada y Malcolm McDowell… haciendo lo que puede con el material del que dispone.

    El diseño de arte es bastante interesante, y los sets y vestuarios parecen estar exprimiendo cada centavo del presupuesto (25MDD) que, si bien no fue pequeño, se nota menor a lo que se necesitaba. Pero nada de eso sirve cuando la fotografía es tan descuidada. Algunas tomas de los paisajes están bien; pero, en general, la foto y la iluminación se notan perezosas y poco interesadas en tatar de que los sets se vean verosímiles.

    Del mismo modo, estoy perfectamente al tanto de que la película no se toma a sí misma en serio –ése es parte del punto– … pero entonces ¿para qué llamaron a Stan Winston para que hiciera a las criaturas, si de todos modos las iban a iluminar de tal forma que no pudieron salvarse del efecto “Guy in a Rubber Suit”? Y, bueno, una cosa es que en alguna toma a tus dobles se les vean los cables con los que hicieron los stunts… y otra, muy distinta que, como en esta película, se vean claramente los cables y todo el arnés que llevan amarrado al cuerpo.

    Como muchas películas de su época, en ésta el soundtrack es un álbum por derecho propio porque, si todo falla, aún podemos vender el soundtrack, ¿verdad? Por alguna razón, a mediados de los 90 hubo una especie de reapreciación por las películas de Shaft y su popular tema musical hace una breve aparición en esta peli. El soundtrack incluye temas de artistas como Stomp –¿recuerdan a Stomp? ¿Hay algo más noventero que eso?–, Joan Jett, Björk, Devo, Veruca Salt, Portishead y Ice-T, entre otros.

    Finalmente, Tank Girl es una película entretenida… aunque el segundo acto es bastante flojo. Es una película graciosa… pero tampoco es hilarante. Por desgracia, lo que vemos es la versión mutilada –alrededor de una hora de película fue eliminada del corte de Talalay– que armó alguien basándose en las proyecciones de prueba calificadas por adolescentes. Es una película más bien camionera; pero cumple una función importante: le provoca a uno ganas de leer los comics. Porque puedes ver que en el fondo de esa película camionera genérica hay buenas ideas, puedes ver que Talalay –quien después de esta peli sólo ha dirigido televisión– quiso hacer algo diferente pero no la dejaron. No estoy seguro si ésta puede considerarse una película de culto, nunca he sabido de nadie que hable de ella; pero, al menos como una curiosidad histórica muy producto de su época, merece un visionado… sin mantener expectativas demasiado altas, eso sí.

PARA LA TRIVIA: Tres de las Spice Girls, Emma Bunton, Victoria Beckham (en aquel entonces, Victoria Adams) y Geri Horner (en aquel entonces, Geri Halliwell) audicionaron para el papel de Rebecca.