HALLOWEEN
David Gordon Green, 2018
Había una vez, en el lejano pueblo de Haddonfield, Illinois, una niñera adolescente que, como no tenía cita para la noche de Halloween, aceptó un trabajo cuidando niños en la casa de los vecinos. Poco sabía ella que un asesino psicópata, encerrado años atrás tras haber asesinado brutalmente a su hermana mayor y a su novio, había escapado de la institución psiquiátrica en la que lo habían recluido y estaba ansioso por regresar a su antiguo pasatiempo.
Con esta premisa básica, John Carpenter terminó de definir el que se convertiría en uno de los subgéneros del horror más populares: el slasher. El legado de Halloween (Carpenter, 1978) perduraría a través de once películas y la saga sería rebooteada y replanteada en sendas ocasiones.
En esta nueva iteración, se desecha todo el canon después de la primera cinta y se convierte en una secuela directa de ésta… Sí, también Halloween II (Rosenthal, 1981) y H20: Halloween 20 años después (Miner, 1998) quedan fuera, por lo que Myers y Strode ya no son hermanos… que fue lo que se planteó en la peli original. La historia de la cinta sucede 40 años después de la primera. Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) se ha convertido en una ermitaña obsesiva con una sola idea fija en la cabeza: vengarse de Michael Myers (James Jude Courtney), el asesino serial que matara a sus amigos de la adolescencia. En la noche de Halloween, cuando Myers es transferido a un nuevo centro psiquiátrico, como era obvio suponer, escapa y se dirige directamente a Haddonfield para terminar lo que empezara décadas atrás, dejando un rastro de muerte a su paso y acechando a los descendientes de Laurie.
La verdad es que el canon y cronología de la saga Halloween han sido modificados tantas veces que dejó de importarme hace mucho tiempo. Por muy fan que sea, debo admitir un hecho que los realizadores de estas películas se han negado a aceptar: la premisa se agotó en la primera cinta. En realidad, las únicas películas de la saga que más o menos proponen cosas diferentes son la tercera, la octava –lástima que sea tan mala– y la secuela del remake. Para no perder la costumbre, la nueva película de Halloween es básicamente la misma película de Halloween de siempre.
La historia tiene un par de vueltas de tuerca interesantes que, por desgracia, están bastante desaprovechados.
Y creo que ésa es la principal falla de esta película: plantea muchas líneas argumentales interesantes, pero se queda a medio camino en todas ellas. Quizá pudieron explorar más la compulsión asesina de Myers, o mostrar a Laurie más deshumanizada por su paranoia SPOILER o explotar más la identificación del Dr. Sartain (Haluk Bilginer) con su paciente TERMINA SPOILER; pero, en vez de eso, decidieron producir una cinta tibia en todos los sentidos que, a final de cuentas, termina siendo más de lo mismo.
En cuanto a tono y narrativa, la película se siente muy parecida a H20 sólo que ésa me pareció mejor… aunque siempre creí que era algo aburrida.
Otra cosa que es muy interesante es la timidez con la que se trata la cinta. Películas anteriores de la saga ya habían mostrado en exceso de violencia y escenas sangrientas –el remake de 2007, dirigido por Rob Zombie, es una obra maestra en ese rubro– e incluso la primera peli tenía montón de desnudos. Pero esta nueva entrega, nacida de la cultura de la censura y la corrección política, es increíblemente menos sangrienta que muchas de sus predecesoras y no tiene desnudos… Bueno, hay uno, pero es metraje reciclado de la primera película.
Desde dicha perspectiva, la nueva Halloween es un tanto decepcionante y es uno de esos casos en los que la versión nueva de una peli slasher resulta más fresa que la original –Sangriento San Valentín (Lussier, 2009), te estoy viendo a ti–. Además, en general, no sé muy bien a qué se deba, esta peli se siente pasada de moda.
Quizá la razón sea la manera en que está construida. Es un slasher filmado siguiendo la receta al pie de la letra, con una fórmula probada y reprobada. Creo que la gran aportación de la saga Scream (1996-2011) al género fue hacer películas autoconscientes que se autopaodiaban al mismo tiempo que reinventaban las reglas del género. Pero Halloween no. La franquicia prefiere quedarse en la zona de confort de la que Zombie ya la había sacado. Y tal vez eso es lo más frustrante: la peli parece un retroceso.
Sin embargo, todo lo anterior no significa que no sea entretenida. Lo es y, lo que es más, tiene algunos momentos de tensión y suspenso maravillosamente creados. La narrativa es muy buena, tanto que uno pasa por alto la falta de cohesión en la historia o el montón de huecos argumentales que presenta SPOILER –¿Por qué en una casa que prácticamente es una fortaleza hay un ventanal abierto de par en par?– TERMINA SPOILER.
Mención aparte merece la interpretación de Curtis, que revisita y logra seguir sacándole jugo al papel que la lanzó a la fama y la convirtió en la Scream Queen por antonomasia –Por cierto, ¿mencioné que ella fue productora ejecutiva de la película junto con Carpenter?–.
También me gustó mucho la fotografía –aunque de repente puede ser demasiado oscura–, que logra crear una sensación de claustrofobia y un ambiente onírico de la Noche de Brujas con marcados claroscuros y tonalidades anaranjadas y ocres.
Finalmente, la música también me pareció bastante adecuada. Me gustaron las variaciones con las que se reinterpretan los temas originales compuestos por John Carpenter, así como los temas nuevos. La música contribuye bastante a construir la atmósfera planteada por la fotografía e iluminación y juntas logran crear una ambientación ideal para la cinta.
Y, aunque ya hablé sobre la narrativa y cómo es semejante a la de H20, no puedo dejar de mencionar que en realidad me gustó. Me gustó cómo se va contando la historia y el ritmo que tiene el relato en general. Los cortes, la edición y el montaje son buenos; creo que más bien el punto es que lo que están contando no es tan interesante. Es un fallo de fondo, no de forma.
También, como todas las películas actuales, la cinta está plagada de referencias y, aunque ignora todas las secuelas, remakes y reboots de la saga, les rinde sendos homenajes… ¡Incluso hay niños disfrazados con las máscaras de Silver Shamrock de Halloween III: el imperio de las brujas (Wallace, 1982)!
En conclusión, Halloween se siente como un escenario prodigiosamente preparado para un evento maravilloso que nunca llega. La ambientación es buena; el tono, aunque fresa, funciona; las actuaciones son muy buenas; y el ritmo y narrativa de la peli son geniales. Sin embargo, el resultado es menor a la suma de sus partes. Los elementos de la peli funcionan bien por separado; pero la construcción final falla. Se trata de una película que se queda a medio camino entre la clasificación PG13 y la R –de hecho, aquí en México la clasificaron como B15– y que saca muy poco provecho del montón de material que ella misma está proponiendo. A ver “H60” les sale mejor…
El mismo John Carpenter declaró que ésta será la última película de Halloween. Sin embargo, el contrato se hizo por dos películas y, puesto que ésta ha sido un trancazo de taquilla que ha multiplicado su presupuesto por más de siete, una secuela, e incluso una trilogía completa, estarían siendo consideradas.
PARA LA TRIVIA: Danielle Harris contactó a la producción de la cinta para proponer una participación de su personaje de la saga, Jamie Lloyd, en la película; pero los realizadores no se mostraron interesados.
De tal suerte, como ya saben que me encanta hacer cuadritos y tablas, aquí expongo cómo queda más o menos, después de esta cinta, el canon de Halloween… Y sí, está lleno de SPOILERS:
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