EL HORROR DE AMITYVILLE
The Amityville Horror
Stuart Rosenberg, 1979
Siempre reconoceré a La mansión de los espectros (Wise, 1963), que es además una de mis cintas favoritas, como la madre de las películas de casas embrujadas. Sin embargo, también reconozco que El horror de Amityville es la película que definiría las cintas de casas embrujadas (uso el término de forma general, lo más correcto sería decir que la mansión de Amityville es una casa maldita) en las décadas por venir.
Esta peli está basada en la novela homónima de Jay Anson, publicada en 1977. A su vez, la novela está basada en el supuesto caso real de la familia Lutz, quienes tuvieron que huir de su casa a medianoche apenas un mes después de comprarla. Anson se basó en entrevistas audiograbadas con los Lutz. Este caso, que ha sido constantemente desestimado como un engaño, fue ampliamente documentado por los investigadores de lo paranormal Lorraine y Ed Warren, de quienes se presentó otro caso en las películas de El conjuro (Wan, 2013 y 2016).
Se cuenta la historia de la familia integrada por Kathy (la otrora Lois Lane, Margot Kidder) y George Lutz (James Brolin) y sus tres hijos, quienes compraron una mansión en Long Island donde un horrible asesinato había ocurrido un año atrás: El hijo mayor de una próspera familia asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos, alegando que un demonio le obligó a hacerlo —este hecho sí sucedió y está perfectamente documentado—. Los Lutz no pueden resistirse a la ganga y compran la casa en la que, según va progresando la película, nos damos cuenta de que serán sólo inquilinos.
Esta cinta sigue la premisa planteada anteriormente por El exorcista (Friedkin, 1973) y retomada por Pesadilla diabólica (otra gran peli de casas embrujadas, Curtis, 1976) y La profecía (Donner, 1976): Que aun en la segunda mitad del siglo XX, con toda su ciencia y su tecnología, hay cosas que el hombre no puede explicar y que el Mal, como tal, como una fuerza primigenia que es parte de todos y que, a su vez, se alimenta de nosotros y que nos puede consumir por completo, existe.
Gran parte del éxito de esta película recae en que nunca se muestra a la entidad demoniaca que posee la casa, sino que varias tomas sugerentes y la vista lateral de la casa, que parece un rostro, la dotan de una personalidad y una presencia, volviéndola un personaje más.
Creo que Amityville funciona de un modo muy similar a como lo hacen El exorcista y la edición original de El bebé de Rosemary (Polanski, 1968): Nunca se muestra al demonio en sí, sino las consecuencias de su influencia en las personas. A pesar de lo cual, aclaro, la película no tiene empacho en mostrar escenas de terror sobrenatural –que en algunos casos están maravillosamente bien logradas–, como aquélla en la que un enjambre de moscas ataca al padre Delaney (Rod Steiger); que se no sólo es inquietante de por sí, sino que se vuelve verdaderamente aterradora por tratarse de moscas reales (en el remake usaron CGI).
Y hablando del personaje del cura, ése es otro punto interesante. Parte del subtexto de la película parece ser que George Lutz sufre las consecuencias de haberse cambiado de religión; pues se entiende que antes de casarse era judío. O sea, que aceptar un nuevo credo le implicó aceptar también sus demonios. A final de cuentas, hay también una línea argumental en la película que habla sobre la lucha de la Iglesia Católica Romana contra el Diablo.
Algo que es más curioso aún es que este discurso no está presente en el libro y fue retirado casi por completo del remake de 2005, por lo que podría pensarse que esta puesta al día sería una versión mucho más cínica. Pero la verdad es que éste es uno de esos casos en los que la versión contemporánea resulta ser mucho más fresa que la original de treinta años atrás.
El guión deja algunos huecos y francamente no es muy bueno… pero el material de origen en el que está basado tampoco lo es. No sólo se ha comprobado casi indiscutiblemente que la historia de los Lutz fue un fraude, sino que la anécdota se vuelve poco interesante al poco tiempo y no sabe si seguir la línea del drama familiar o de la peli de terror con sustos baratos.
Las actuaciones de Kidder y Brolin están bastante disparejas, aunque de hecho, hasta logran ponerle algo de carnita a personajes unidimensionales y sosos –lo que es fiel al texto original, pues así me parecieron en la novela–. Pero el que sí no tiene madre es Steiner, quien está sobreactuando absolutamente todas sus escenas.
Lo que sí es muy interesante es la fotografía, que utiliza una narrativa poco convencional y tomas propositivas… el problema es que, faltándole profundidad a todo el guión, a la larga estas tomas terminan sólo viéndose pretenciosas.
El horror de Amityville tuvo un enorme éxito en la taquilla y rápidamente se convirtió en una franquicia que ha perdurado hasta nuestros días. Sin embargo, aunque tiene algunas secuencias bastante bien logradas, la verdad es que creo que es uno de los casos en los que la fama y el éxito de la cinta se deben más a la publicidad que a la calidad inherente de ésta.
PARA LA TRIVIA: En la vida real, James Brolin se hizo un gran amigo del verdadero George Lutz y su familia. A pesar de todo, Brolin sigue dudando que la historia sobre la mansión de Amityville sea cierta.
Blog 2012-2017 Sumario 2019 ¡Sígueme en Facebook! Canal de YouTube