DARKMAN: EL ROSTRO DE LA VENGANZA. La primera incursión de Sam Raimi en el cine de superhéroes.

DARKMAN: EL ROSTRO DE LA VENGANZA

Darkman

Sam Raimi, 1990

En 1990, el director estadounidense de ascendencia turca Sam Raimi tenía tan sólo tres películas en su haber, ninguna de las cuales había sido un éxito en taquilla e incluso un par de ellas habían sido prohibidas en ciertos países. De hecho, ninguna de las tres había sido estrenada en cines comerciales y, sin embargo, la reputación del cineasta iba en ascenso como director de películas que se volvieron de culto. Así que ¿Qué llevó a Universal Pictures a aceptar el proyecto de Raimi para hacer una película de superhéroes de alto presupuesto basada en un cuento escrito por él mismo?

    Originalmente, Raimi quería adaptar a la pantalla el comic The Shadow; pero tuvo que cambiar de idea cuando no pudo conseguir los derechos del personaje. Raimi, nuevo en el proceso de la producción de películas para grandes estudios, adaptó una historia de creación propia a lo largo de 12 borradores del guión. El tratamiento final contó con la colaboración de los hermanos Cohen, amigos cercanos de Raimi.

    La historia, como la vemos en pantalla, peca de simple; pero no por ello es menos interesante. Peyton Westlake (Liam Neeson antes de que se convirtiera en icono del cine de acción) es un científico que se logra desarrollar piel humana sintética cuando la mafia decide eliminarlo. Westlake es brutalmente atacado en su laboratorio, lo que le produce horribles quemaduras químicas, y dado por muerto. Sin embargo, desfigurado y traumatizado, Peyton sobrevive y utiliza su propio invento para tramar su venganza en contra del malvado gangster Durant (Larry Drake)… el único inconveniente es que la piel sintética, aún en un estado experimental, se degrada con la luz solar, por lo que Westlake sólo puede estar 100 minutos expuesto a ella. Peyton toma la identidad de Darkman.

    Y mientras escribía esta sinopsis me doy cuenta de que el origen de este antihéroe es muy similar al de mi querido Swamp Thing… ¡Incluso algunas tomas de la supuesta muerte de Westlake son sospechosamente similares a los paneles del primer número del cómic de la Cosa del Pantano!

    La película, además, bebe una fuerte influencia del Batman de Tim Burton (1989), lo cual sólo se ve acrecentado por el genial soundtrack compuesto por Danny Elfman, quien también compusiera la música para las primeras dos pelis del Hombre Murciélago y después se convirtiera en un colaborador habitual de Raimi. Aunque, en el caso de Darkman, quizá sí se abusa un poco del característico sonido del otrora vocalista de Oingo Boingo.

    Creo que lo primero que llama la atención de esta película es el aspecto visual. Es verdaderamente asombroso. Se nota a leguas la afición del director por los cómics, pues compone sus tomas como si fueran los paneles de una historieta. Pero más allá de eso, el turco utiliza su experiencia como director de cintas de terror y la mezcla con lo anterior para crear una narrativa visual única y verdaderamente propositiva que incluso llega a lo abstracto por momentos ¿Recuerdan la toma desde la perspectiva del remache?

    La segunda cosa que se nota al ver esta película es la calidad de sus actuaciones. Originalmente, Raimi quería que su actor fetiche y amigo de la universidad, Bruce Campbell, interpretara el papel de Westlake; sin embargo, los productores no creyeron que tuviera ni la capacidad histriónica ni el atractivo comercial para encarnar al personaje, por lo que fue reemplazado por Neeson. Y siempre me ha parecido que tanto el irlandés como Frances McDormand eran elecciones raras para encabezar el reparto de una peli de superhéroes… Pero ¿saben qué? ¡No importa! Porque ambos son excelentes actores que se toman en serio sus papeles y que dotan de una profundidad inusitada a sus personajes. El principal atractivo de este par de actores ¡es que actúan!

    Y, de todos modos, Bruce Campbell hace un cameo al final de la película.

    SPOILER Lo que es muy interesante es, precisamente, la anagnórisis final del personaje de Darkman. En un principio, Darkman corre a buscar a su esposa –me pregunto si hubo influencia de Darkman en Spawn–; pero, después de toda la aventura, Westlake se asume como Darkman y, al estilo de la Creatura de Frankenstein, descubre que no hay lugar para él en el mundo de los hombres y se autoexilia, dejando atrás su papel de antihéroe y asumiéndose como monstruo. TERMINA SPOILER

    Al gran trabajo actoral de Neeson se une el maquillaje prostético creado por los hermanos Chiodo –quienes diweran vida a los Critters (Herek, 1986) y a los Payasos asesinos del espacio exterior (Chiodo, 1988), que es simplemente espectacular… es un misterio cómo Darkman puede ser tan elocuente si no tiene labios; pero bueno.

    En general, los efectos prácticos de la película se ven geniales. Varias secuencias se notan hechas con la técnica conocida como Go-Motion y se ven muy bien aún hoy. Por desgracia, no se puede decir lo mismo de los efectos visuales, que han envejecido terriblemente.

    Otro punto sobresaliente son, por supuesto, las escenas de acción.  Éstas son verdaderamente espectaculares y completamente extravagantes, mandando a la goma esa pequeña tontería llamada Física. Estas secuencias mezclan montones de maquetas con un montaje frenético, mucho humor negro y stunts de primer nivel de la época antes de que el CGI resolviera todo… ¿Recuerdan la escena de la persecución del trailer?

La edición de esta película es uno de los factores que le dan su personalidad tan distintiva. Aunque hay una elipsis que nunca queda clara, la cinta mantiene durante toda su extensión un excelente ritmo que, a la distancia, se nota como un antecedente directo del siguiente proyecto cinematográfico de superhéroes de Raimi: Spider-Man (2002).

    Eso sí, la cinta no puede evitar incurrir en varios y clichés, como el hecho de que Durant es malo malo malo sólo porque puede y, sobre todo, clichés del cine de la época: las tomas de paisajes doraditos –filmados en locación en San Francisco– o el villano yuppie –que, además, se apellida Strack… ¿Será una referencia a Tony Stark?–. Del mismo modo, el guión tiene varios huecos argumentales e inconsistencias por aquí y por allá; pero, en general, no creo que sea nada que afecte el resultado final de la película.

    Darkman es una película única. En una época en la que el cine de superhéroes seguía siendo una cosa experimental y las impresoras 3D eran ciencia ficción, Darkman: el rostro de la venganza, se decide por recorrer un camino mucho más oscuro y completamente “family unfriendly” que sentaría las bases para películas como El Cuervo (Proyas, 1994), La Sombra (Mulcahy, 1994), Blade (Norrington, 198) o, incluso, las películas animadas de Batman.

    A diferencia de muchos otros directores que pasan del cine independiente al de altos presupuestos, la transición de Sam Raimi fue mucho más relajada. El director se mentalizó desde un inicio a que iba a tener que ceder un poco de control creativo sobre el proyecto y recuerda su primera experiencia trabajando con los grandes estudios de forma positiva.

PARA LA TRIVIA: Una vez que Bruce Campbell fue descartado para interpretar a Darkman, el actor Bill Paxton –el único actor que tiene el honor de haber sido muerto por un Terminator, un xenomorfo y un depredador en la historia del cine– casi obtuvo el papel y le dio el pitazo sobre la audición a su amigo Liam Neeson. Cuando Paxton se enteró de que Neeson obtuvo el rol, se enojó tanto con él que dejó de hablarle por casi un mes.

Blog 2012-2017

Sumario 2020