LA MUJER MARAVILLA
Wonder Woman
Patty Jenkins, 2017
Podría decir muchas cosas sobre la película de Wonder Woman, como que la mejor película de superhéroes de DC está al nivel de la peor de Marvel, que nunca he sido aficionado a los superhéroes o que después de Lynda Carter qué me importa Wonder Woman; pero la verdad es que serían puros prejuicios. La primera adaptación a la pantalla grande de la superheroína creada por el Dr. William Moulton Marston para DC Comics es una adición refrescante a las películas de superhéroes de dicha editorial.
La historia que se narra en la película es la de Diana (la hermosa Gal Gadot), la princesa de las amazonas de Temyscira, hija de Hyppolita (Connie Nielsen), quien es entrenada en las artes guerreras contra la voluntad de su madre por su tía Antíope (Robin Wright en un papel que le queda muy chido, pero que me hubiera encantado verlo interpretado por Brigitte Nielsen o Grace Jones). La isla de Temyscira se encontraba oculta del mundo exterior hasta que cierto día, el avión de combate del piloto Steve Trevor (Chris Pine, excelente) es derribado por tropas alemanas cerca de ella. Trevor es rescatado por Diana y los ubermalvados alemanes (en aquel entonces, prusianos) intentan invadir la isla. Diana se entera de que Trevor es un espía británico que ha robado la fórmula de un arma química súper secreta del laboratorio de la Dra. Isabel Maru (Elena Anaya de Lucía y el sexo [Medem, 2001]) y del enorme conflicto que es la Primera Guerra Mundial. Convencida de que la “Guerra para terminar con todas las guerras” es obra del malvado dios de la guerra, Ares, Diana decide acompañar a Trevor de regreso a Europa y se embarcará en una misión suicida tras las líneas enemigas para encontrar al hijo rebelde de Zeus.
Me gustaría mucho leer el guión de esta cinta, porque tengo la impresión de que funciona mejor en papel que en pantalla. Quiero decir que el planteamiento de la película me parece muy bueno y la dinámica entre los personajes de Diana y Trevor, insuperable; pero la película no puede evitar caer en un montón de clichés y lugares comunes que no sólo se sienten fuera de lugar, sino que francamente estorban.
Durante el final del primer acto vemos la dinámica de “pez fuera del agua” aplicada a Trevor mientras que, al inicio del segundo, la vemos en Diana… y no pude evitar pensar que todo el asunto de la princesa amazona llegando a un Londres lleno de imprecisiones históricas era increíblemente parecido a Pocahontas 2: Viaje a un nuevo mundo (Ellery y Raymond, 1998). Aun así, la dinámica funciona muy bien y es divertida… por un rato. Creo que la parte en la que se muestra a Diana tratando de comprender cómo funciona el mundo dura demasiado, pasa de lo adorable y naïve a lo camp para terminar en lo francamente idiota. Pero la primera parte es muy divertida y me recordó un poco al tono de la serie de TV.
Otra cosa que tampoco me agradó fueron los aliados de Diana. No están particularmente mal, sólo que esa dinámica del Club de la ONU se volvió vieja con Super Street Fighter II (Capcom, 1993)… aunque, tratándose de una historia situada en la Primera Guerra Mundial, está un poco más justificado. Pero los compinches pintorescos y étnicamente diversos son un cliché de las películas de superhéroes que ya vimos en Punisher (Hensleigh, 2004), Ant-Man (Reed, 2015), Deadpool (Miller, 2016) y una nutrida lista de etcéteras. Y luego, el personaje de la secretaria Etta Candy (Lucy Davis) nos es presentado como la vis comica de la cinta… sólo para desaparecer por completo durante la segunda mitad. Francamente, la peli funcionaría igual sin los patiños… o quizá funcionaría mejor.
Tampoco me latió que la historia se pareciera tanto a Rogue One: Una historia de Star Wars (Edwards, 2016) por un lado y a El quinto elemento (Besson, 1997) por el otro…
Y luego está el principal defecto de la peli: los villanos. Parece ser una tendencia en las cintas de superhéroes de esta década el que se les olviden los villanos. Se supone que un héroe es grande en la medida de los villanos que tiene que enfrentar; pero en ésta, como en otras películas recientes, los villanos son de lo más anodino. Maru me pareció prácticamente una copia de la reina Gedren, la villana de Sonja, la guerrera (Fleischer, 1985), Ludendorff (Danny Huston, a quien seguro recuerden por su increíble interpretación del vampiro Marlow en 30 días de noche [Slade, 2007]) apenas si está dibujado y la dinámica entre los dos me recordó demasiado a Rocky y Bullwinkle… y eso no puede ser bueno. ¿Qué tal si la próxima vez usan alemanes auténticos para interpretar alemanes?
SPOILER Finalmente, el enfrentamiento contra Ares es de lo menos inspirado. Se supone que es el Dios de la Guerra, se supone que el cuate ha vivido miles de años encubierto nutriéndose de sacrificios humanos… y su aparición no sólo es una de las vueltas de tuerca más predecibles que he visto últimamente; sino que se siente bastante genérico y poco interesante. El gran David Thewlis hace un gran trabajo con el material del que dispone, es una lástima que éste sea tan pobre. ¿Y por qué cuando atraviesan a Ludendorff con una espada, éste no sangra? TERMINA SPOILER
Creo que una razón importante para que tu supervillano sea el personaje mejor construido en la peli no es sólo que definirá en gran medida lo que va a ser el héroe; sino que, por regla general, el villano aparecerá solamente una vez en toda la saga. Habrá que ver si en futuras secuelas vilanos clásicos de Wonder Woman como Circe, Cheetah o Giganta se integran al elenco y a ver qué tal los resuelven.
Otro elemento que no acabó de convencerme fue la edición. En general está bien; pero hay dos o tres secuencias en las que las transiciones de un plano a otro son cortes tan duros que lo sacan a uno de la narración.
El increíblemente bien empleado comodín de la película es la misma Gal Gadot. La chica es muy guapa y el vestuario le queda muy bien; pero la neta es que no sabe actuar. Le falta mucha intensidad y mucho matiz; sin embargo, tiene un gran carisma en cámara. Para un director poco hábil, esto habría representado un problema, pero para Jenkins es simplemente la base sobre la cual construirá un personaje complejo sirviéndose de un guión bien escrito cortesía de Allan Heinberg y de los actores secundarios, que hacen un gran trabajo. Lo que sí está medio mamila es la cámara lenta para darle más dramatismo a escenas en las que se ve que la Gadot no está llenando el papel.
Pero la escena en la que Wonder Woman es tentada por el Lado oscuro y se cuestiona si vale la pena salvar a la humanidad está muy bien lograda.
Algunas secuencias en CGI son particularmente malas. Hablo principalmente de las tomas de establecimiento de los entrenamientos de las amazonas ‒sentí como si estuviera viendo una pantalla de Age of Empires (Microsoft, 1997)‒ y las tomas en las que Wonder Woman salta y hace acrobacias desde lejos… se ven como de CGI de los 90… Y es triste, porque demeritan muchas otras secuencias bien logradas, como los stunts que realizan las amazonas en los entrenamientos que son espectaculares.
Así pues, La Mujer Maravilla es una bienvenida adición interesante al panteón cinematográfico de la DC. Se nota el esfuerzo de todos los involucrados para por fin hacer una buena película de superhéroes de dicha casa editorial y, aunque es mucho mejor que Batman v Superman: el amanecer de la justicia (Snyder, 2016) e infinitamente superior a Suicide Squad (Ayer, 2016), no me parece que tenga los méritos necesarios para trascender en el sobresaturado mercado de las películas de superhéroes ‒que auguro que no sobrevivirá a la década‒. Está bien nada más, pero para lo que nos tiene acostumbrados Warner/DC últimamente, eso ya es mucho. En conclusión, ni es tan mala como el infame piloto de la serie de TV con Adrianne Palicki (Rainer, 2011), que fue tan malo que condenó la serie a jamás ser producida; ni es tan buena como la de dibujos animados de 2009, a la que le debe absolutamente todo.
Y sí, me quedé esperando un cameo de Lynda Carter… que sí estaba planeado, al igual que uno de Lyle Waggoner, quien interpretara a Steve Trevor en la serie de TV; pero no pudieron filmarse por diversas razones. Por cierto, la espada Godslayer se parece a la Espada Atlante de Conan. Y sí, también faltó el jet invisible.
PARA LA TRIVIA: El Dr. William Moulton Marston (1893-1947), psicólogo e inventor que creara al personaje de Wonder Woman en 1941, fue también el inventor del detector de mentiras, el cual fue la obvia inspiración del Lazo de la Verdad.
El Cinéfilo Incurable 